Mercedes-Benz prevé crecer este año un 10 % más que en 2017 (en el que vendió 52.058 vehículos, el 10,6 % más que en 2016), lo que supondrá unos seis puntos porcentuales más que el mercado en general, que podría llegar a 1,3 millones de matriculaciones.
Las cifras las ha dado en un encuentro con la prensa el nuevo presidente de Mercedes-Benz España, Roland Schell, quien ha asegurado que su primer reto no es desbancar a Audi como líder del mercado premium en España -trono que lidera desde hace 24 años- sino lograr la máxima satisfacción del cliente.
No obstante, ha afirmado que la marca de la estrella podría a finales de este año o el próximo hacerse con ese primer puesto, gracias al nuevo Clase A -que llegará este año- y otros productos que están en cartera.
De la red de concesionarios ha dicho que está contenta y haciendo un buen trabajo, lo que va a permitir que la rentabilidad sobre la facturación en 2017 sea "realmente buena" y por encima de la que obtendrán en Alemania, Francia e Italia, gracias al "potente" servicio de postventa que han desarrollado en España.
Otra de las previsiones que ha apuntado es que para 2022 entre el 5 y el 10 % de las ventas de Mercedes-Benz España serán de vehículos eléctricos (para ese año la división de eléctricos EQ habrá lanzado cinco modelos), en un mercado general en el que el peso de éstos será del 3 %.
Al respecto, ha precisado que el porcentaje exacto de ventas de Mercedes-Benz dependerá de que el Gobierno central subvencione la compra de vehículos eléctricos y de que las administraciones y las empresas energéticas se alíen para desplegar una red de carga suficiente.
Según Schell, si no se dan esos dos requisitos, la gente no pagará 6.000 euros más de media por conducir un eléctrico.
Aquí también desempeñarán un papel muy importante las empresas, que, para pasarse al eléctrico, necesitan espacios grandes donde instalar sus cargadores para los vehículos, ha advertido.
Por ello, ha defendido la necesidad de que el Gobierno apruebe nuevos planes de ayuda a la compra de vehículos que sirvan para rejuvenecer el anticuado parque automovilístico español y retiren de la circulación a los de más de diez años.
Esto no significa que el único coche que vaya a existir en el futuro sea eléctrico, puesto que al motor diésel le quedan otros 15-20 años por lo menos, ha asegurado el presidente de Mercedes-Benz España, quien ha identificado como el "gran desafío" de estos propulsores el ser más respetuosos con el medio ambiente.
El diésel tiene ahora una "mala reputación" porque algunos han hecho "trampa", pero no se puede prescindir de él porque ha permitido la creación de muchos puestos de trabajo en todo el mundo, ha considerado.
Roland Schell ha dicho además de la fábrica que Daimler tiene en Vitoria -donde se fabrican la furgoneta Vito y el monovolumen V- que en 2017 ha fabricado 150.000 unidades y que para 2018 la previsión es que llegue a las 160.000.
"Esto me alegra mucho", ha reconocido el directivo, no solo porque supondrá más ventas para Mercedes-Benz, sino también porque creará más riqueza para los concesionarios, que podrán seguir generando empleo, así como los proveedores.